Boletín 01: septiembre de 1992
¡Bienvenidos a la primera edición del boletín informativo de Ron Wyatt! Aquí encontrará información periódica relacionada al trabajo de Ron Wyatt; así como noticias, artículos y “Cartas al editor”.
Madera laminada en el Arca de Noé
Durante los últimos quince años, el gobierno turco, a través de la Comisión del Arca de Noé, ha venido cooperando con Ron Wyatt a fin de obtener y evaluar los especímenes estructurales extraídos del Arca de Noé.
Uno de estos especímenes es un trozo de madera fosilizada de la cubierta que muchos de ustedes habrán podido ver en los videos actualizados del Arca de Noé. La última noticia relacionada con esta pieza es que le fueron hechos varios cortes delgados a fin de ser examinados microscópicamente. Como podrán apreciar en la foto, una sección del borde fue extraída de este increíble trozo de madera fosilizada.
La raíz aramea del término hebreo “madera de gofer” empleado en el relato bíblico significa “madera laminada” (esto es cuando se unen varias láminas de madera una sobre otra para fortalecer la tabla principal). ¡Cuando nuestro ejemplar fue cortado para su estudio, se hizo evidente que por lo menos esa porción de la cubierta de la embarcación estaba construida con madera laminada!
En los bordes de la tabla se veía una sustancia “untada” fosilizada. Se trataba del exceso del material que se había utilizado como “cemento” (que en realidad era una resina extraída de la savia de los árboles). Hasta el momento en que se realizó el corte, se pensaba que este material visible en el borde de la madera era el aislante con el que se habían cubierto las superficies externas de la embarcación. Ahora, sin embargo, sabemos que entre los métodos utilizados por Noé para construir el arca también se encontraba el laminado. Información más detallada sobre este particular estará próximamente disponible en la nueva edición del libro “El Arca de Noé: Descubierta” (Discovered: Noah’s Ark) y en un nuevo video acerca de este descubrimiento.
El último llamado.
“Por eso, esta vez les daré una lección […] ¡Así sabrán que mi nombre es el Señor!”
Durante seis mil años nuestro planeta ha estado bajo el dominio de Satanás, el usurpador. Y Dios, el creador del universo, no ha permitido que el terror desenfrenado del enemigo se desate.
Todos somos partícipes de una demostración única en la eternidad. La perfecta ley de nuestro perfecto Dios no puede desecharse sin pretender obtener resultados desastrosos.
Dios escribió su ley en las tablas de piedra con su propio dedo; no una, sino dos veces. Y durante seis mil años Satanás y sus seguidores han estado tratando de anularla. ¡El resultado ha sido un planeta contaminado, casi al punto de ser inhabitable! Experimentos para crear armas bacteriológicas y en biogenética han dado como resultado que se propaguen virus como el del SIDA y cepas resistentes de enfermedades que se pensaban erradicadas. La capa de ozono se ha ido desintegrando paulatinamente y los científicos creen que hay suficientes fluorocarbonos en la atmósfera como para destruir lo que queda de ella. Armas nucleares han caído en manos de fanáticos a quienes no les temblaría el pulso para usarlas. El crimen se ha multiplicado a niveles nunca vistos, y los responsables del bienestar de los habitantes del planeta están demasiado ocupados satisfaciendo su lujuria y su codicia como para esforzarse en cambiar o en tratar de detener las fuerzas destructivas. Es más, ellos mismos se han convertido en una fuerza destructiva.
Si ha de cumplirse la profecía de Apocalipsis 11:18, de que el Señor va a “destruir a los que destruyen la tierra”, esto ha de ser pronto.
Dios permitió que esta terrible “rebelión” ocurriera porque era la única forma de que su ley quedara vindicada para siempre, y para poder preservar el libre albedrío de sus criaturas. ¡Dios pudo haber puesto al planeta en cuarentena y dejarnos a las buenas de Satanás y de sus ángeles; permitiendo que fuésemos destruidos, y quedando definida para siempre la vindicación de su ley! Ni uno solo de los habitantes del cielo hubiese objetado al ver cómo se nos echaba al lago de fuego purificador junto al diablo y sus ángeles. ¡Pero el tierno y amoroso Dios del cielo no podía permitir que Satanás arrastrara consigo a toda la raza humana al fuego de la destrucción! Dios, con el consentimiento y la cooperación absoluta de su Hijo Jesús, entregó a su único Hijo para rescatar a todos los que le amaran, le obedecieran y cooperaran con él. Como mortales, sólo podemos entender una pequeña parte de este gran sacrificio hecho a nuestro favor. ¡Pero con la misma grandeza de ese sacrificio, todo el cielo se gozará de satisfacción cuando la terrible rebelión haya concluido finalmente, y los seres humanos regenerados sean restaurados en un nuevo y hermoso planeta en donde el cumplimiento eterno voluntario a la perfecta ley de Dios esté asegurado! (Isaías 53:11; Apocalipsis 22:14)
Pero nuestro justo y misericordioso Dios hizo provisión por la raza caída. Indiferentemente de la época, el lugar o las circunstancias en donde cualquiera haya vivido durante la historia de este mundo, solo debía responder a las buenas impresiones e influencias del Espíritu Santo y de los ángeles para ser salvo (Santiago 4:17). ¡Muchos de los salvos sólo se enterarán después de la resurrección de todo lo que Jesús hizo por ellos! Se enterarán de cuál es el único nombre bajo el cielo por el cual podían (podemos) obtener salvación (Hechos 4:12).
Dios ha asignado mil años por cada día de la creación (2 Pedro 3:8) para que esta rebelión finalice. ¡El séptimo “milenio” ya está aquí! Y “esta vez” Dios (Jeremías 16:21) mostrará su verdad al mundo y nos dará la última oportunidad de cooperar con nuestra salvación. La afirmación “¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3) se hará realidad.
Nuestro planeta tiene actualmente más de cinco mil millones de habitantes, un número comparable a la cantidad de personas que murieron durante el diluvio. Satanás no ha tenido descanso con el uso de su invento, la MENTIRA. “Las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos” (Isaías 60:2). Sin embargo, a pesar de su cortina de mentiras, Dios ha hecho efectiva la salvación de todos los que han respondido a su llamado a actuar correctamente, aunque su conocimiento de “lo correcto” haya sido limitado. Cada una de las millones de personas que viven en este mundo son producto de la influencia del lugar a donde crecieron y de quienes los rodearon durante su vida. Todos estos factores serán tomados en cuenta por Dios durante el juicio (Santiago 4:17). Hoy, sin embargo, vivimos una época en la que los lazos políticos se están disolviendo y en la que contamos con la tecnología para presentar la verdad de Dios al mundo, ¡A TODO EL MUNDO!
¡Nuestro planeta estará muy pronto sumido en medio del “Valle de la decisión” (Jeremías 16:19-21).
ESTA VEZ Dios informará a todos los habitantes de la tierra lo que requiere de ellos. Habremos de decidir entre AMAR LA VERDAD o ser dejados a los engaños de Satanás y de sus ángeles (Romanos 1:28; 2 Tesalonicences 2:10-12). Muchos descubrimientos arqueológicos de grandes eventos mencionados en la Biblia han sido encontrados y documentados. ¡EL ARCA DE NOÉ; SODOMA Y GOMORRA; la manera en que José (Imhotep) construyó la primera pirámide; el lugar del CRUCE DEL MAR ROJO; el verdadero MONTE SINAÍ; y el mayor tesoro de todos los tiempos, el ARCA DEL PACTO con la sangre de Cristo en el propiciatorio y los Diez Mandamientos de Dios! ¡Qué época tan maravillosa estamos viviendo, en la que podemos presenciar todas estas cosas maravillosas y presentarlas al mundo!
Es hora de tomar una decisión importante. Debemos decidir si obedeceremos los MANDAMIENTOS DE DIOS o los de los hombres. ¡Nuestro destino eterno está en nuestras manos! LA LEY DE DIOS ES ETERNA COMO ÉL, y no puede ser cambiada (Mateo 5:18). Dios no aceptará que guardemos los mandamientos de los hombres, si éstos tratan de anular y reemplazar los suyos. “En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas” (Mateo 15:9).
“Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16-17). Este es uno de tantos textos inspirados que nos aseguran que la Biblia ha sido preservada por Dios y que su Palabra es una lámpara a nuestros pies que alumbra nuestro camino (Salmos 199:105). ¡Sin embargo, debemos cuidar qué versión de la Biblia vamos a utilizar! En el idioma inglés, por ejemplo; la versión “King James” es la única en la que no se utilizaron los falsos códices “Sinaiticus” “Alexandrinus” y “Vaticanus” durante su traducción, o que fue “editada” por personas u organizaciones que sesgaron su traducción.
Nos encontramos al final de la historia de este mundo, cuando Dios ha decidido revelar muchas de sus intervenciones milagrosas en los asuntos de los hombres a través de evidencias físicas incuestionables. ¡De esta forma, y a través del poder convincente del Espíritu Santo, Dios le mostrará a todos los que aman su verdad que él es el Señor del universo!
Al mismo tiempo, dejará “sin excusa” a quienes “se han negado a amar la verdad” (Romanos 1:20; 2 Tesalonicenses 2:10). El objetivo de este boletín será el de presentar la evidencia documentada de estas intervenciones divinas.
Satanás está trabajando arduamente a través de sus agentes para convertir la verdad en mentira y las mentiras en verdad. La Biblia dice, “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen” (Juan 10:27) y ¡No escucharán la voz de otro! “El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17). La Palabra también nos aconseja, “Vence el mal con el bien” (Romanos 12:21). De esta forma, no pretendemos utilizar esta publicación como un instrumento de debate y opinión. En ella simplemente compartiremos con los lectores detalladamente y bajo oración, documentación relacionada a eventos y lugares de los tiempos bíblicos. Invitamos a los lectores a pedir que el Espíritu Santo los guíe antes de leer este o cualquier material relacionado a estos temas, y a escuchar atentamente. “Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: ‘Este es el camino; síguelo'” (Isaías 30:21). Por lo tanto, amigo lector, aferrémonos a la promesa divina, “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti” (Salmos 32:8).
Los hombres consideran vanas las cosas de Dios; pero para “los ojos de Dios, la sabiduría de este mundo es locura” (1 Corintios 3:19). “Si alguno piensa que está firme, tenga cuidado de no caer” (1 Corintios 10:12).
Ambas declaraciones divinas demuestran que la sabiduría humana no es la más adecuada, y que por el contrario, Dios se manifestará poderosamente a favor del “contrito y humilde de espíritu” y de quienes tiemblen ante su Palabra (Isaías 57:15, Salmos 34:18; 51:17). “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte” (Proverbios 14:12). Con la ayuda de Dios, evitaremos especulaciones e “inútiles razonamientos” (Romanos 1:21).
Aunque Dios ha predestinado a todos los hombres a ser Hijos de Dios (Romanos 8:28-30), nadie será llevado al cielo pataleando y gritando “¡bájenme, bájenme; que yo no quiero ir! Nuestra salvación depende únicamente de nuestra honesta cooperación con un Dios amante que “aborrece a los de labios mentirosos” (Proverbios 12:22) Fuera de la ciudad quedarán todos los que creyeron en la mentira y se aferraron a ella (2 Tesalonicenses 2:10-11).
Comentarios finales
Me abruma haber tenido el privilegio de descubrir y documentar estos importantes lugares y objetos. Creo que el motivo por el que se me permitió disfrutar de este privilegio es porque soy el menos indicado para ello (“Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios” 1 Corintios 1:27). ¡Nadie puede decir que estas cosas fueron descubiertas y documentadas por la “sabiduría humana” o por la pura inteligencia!
Si algún lector desea enviar sus impresiones o alguna sugerencia para que sea incluida en boletines futuros, puede hacerlo. No obstante, debido al poco tiempo disponible y a la gran cantidad de correo que recibimos, pedimos disculpas por no poder responder a todas las cartas individuales que nos llegan.
Hemos notado una respuesta positiva global a estos descubrimientos, que estamos seguros Dios ha preservado milagrosamente para llamar la atención del mundo. Personalmente, puedo decirles que si no estuviera involucrado en el trabajo de documentar y presentar estos tesoros arqueológicos, ¡daría mis dos colmillos y parte de mi brazo derecho para poder estarlo!
Quiero aprovechar la oportunidad para decir que aunque nosotros no solicitamos ayuda financiera, tampoco la rechazamos si ésta viene de parte de personas honestas. Dios es el dueño del universo y él no tiene problemas de dinero, pero también ha dicho “Reúnanme a los consagrados, a los que pactaron conmigo mediante un sacrificio” (Salmos 50:5)
Es mi deseo que el Señor los bendiga y los guíe al adentrarse en este fascinante recorrido.
Ron Wyatt
Última actualización ( Domingo, 12 de junio de 2005 )
Traducido al español en julio de 2006.
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